CAPITULO IV
LA GESTIÓN DEL AULA
Una buena disciplina supone gestionar en el aula de forma que las oportunidades para la distracción sean mínimas y que a los alumnos les sea fácil ocuparse en actividades de aprendizaje. La clave de una buena disciplina está en la prevención de conductas inadecuadas, y cuando se producen, en abordarlas inmediatamente antes de que aumenten.
Gestión: efecto de administrar.
“conjunto de comportamientos y de actividades del profesor encaminados a que los alumnos adopten una conducta adecuada y a que las distracciones se reduzcan al mínimo”
“las disposiciones y los procedimientos necesarios para establecer y mantener un entorno en el que puedan darse la instrucción y el aprendizaje”.
Esta lectura me agradó mucho ya que aprendí todo lo que abarca la gestión del aula, aunque al principio no me quedaba muy claro el concepto.
En el aula frente al grupo existen infinidad de problemas que se le pueden presentar a un maestro, como lo es la indisciplina. ¿qué puede hacer el maestro en cuanto a esto? Tiene que atender esa situación de inmediato antes de que el problema crezca, o en otro caso ignorar las conductas indeseables de menor importancia en vez de ponerle tanta atención.
La buena disciplina es un concepto muy amplio y que abarca muchas cosas, por ejemplo, un ambiente académico en el aula, una alta participación, unas buenas actitudes, pero no es solo esto, la buena disciplina también consiste en aplicar límites a los alumnos, decirles lo que pueden o no hacer dentro del salón de clases, de este modo ellos comprenderán que en el aula existen ciertas reglas que se tienen que respetar, y reducir las oportunidades de conductas inadecuadas.
La buena gestión en el aula solo se logrará si el profesor a sí lo desee y se ocupe de cómo poder lograrlo. Para lograrlo ellos deben establecer expectativas positivas y unas buenas relaciones de trabajo con sus alumnos de esta manera existirá un ambiente agradable en el aula de orden y organización entre los alumnos. Es bueno hacerles creer a los alumnos que nosotros como maestros sabemos lo que ocurre entre ellos para que sientan que los estamos observamos y estamos al pendiente de sus actitudes, también el maestro se puede dar a la tarea de establecer ciertas normas que sean claras de esta forma los niños reconocerán qué es lo que se debe y no hacer en el aula.
A los alumnos no se les debe dejar sin trabajar, ya que por este motivo muchas veces suele ocurrir el desorden, las platicas con tono de voz elevada y gritos, por eso el maestro siempre debe tener planificado todo lo que se tendrá que realizar, y debe contar con que algunos alumnos trabajan más rápido que otros y ocuparse de aquellos niños que siempre terminan primero que los demás.
También para esto el maestro debe verificar si los alumnos están comprendiendo desde un principio las indicaciones de lo que tienen que realizar, que no existe dudas entre ellos, sino que desde un principio sepan lo que tendrán que realizar.
Todo lo que tiene que ver con la gestión en el aula me ayuda mucho a darme cuenta que el maestro es una pieza esencial y fundamental en el desarrollo académico del niño, ya que esta lectura también da algunos conceptos muy útiles sobre cómo se debe trabajar en el aula, cómo motivar al alumno a que realice cierta actividad, cómo comenzar y concluir tus clases, en fin te da muchas sugerencias para realizar bien tu trabajo, y de aquí todo esto se aplica en tu práctica docente.
“Un buen maestro, que ama su profesión, siempre tendrá en mente que la educación que les debe brindar a sus alumnos sea de calidad como ellos lo merecen”.
domingo, 28 de septiembre de 2008
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